miércoles, 4 de mayo de 2011

IDENTIDAD DEL EMPLAZAMIENTO PAISAJISTICO Y AMBIENTAL DE MERIDA


Meseta de Merida. Vista del rio Chama.

      De los testimonios históricos se puede inferir el cuidadoso trabajo de los conquistadores españoles para escoger el mejor emplazamiento posible de la ciudad. Las características originales de ese emplazamiento son las siguientes:

  1. Una meseta alta y  llana, con poca pendiente, rodeada de cuatro ríos a manera de fortificacion que le garantizan protección y abundantes fuentes de agua: “Está la ciudad de Mérida en una amena meseta circunvalada por ríos: el Chama, es el mayor… el Mucupen (hoy Mucujún), que a breve trecho se desagua en el Chama; otro llamado Albarregas, que rodea la ciudad y es de mejor agua y de la que todos beben y lavan… y otro pequeño que llaman Milla, al fin de la ciudad.” (Basilio Vicente de Oviedo, 1699)
  2. Un lugar con un clima espléndido y particular, donde se pueden vivir “las cuatro estaciones del año sólo en uno de los días del año, y en un solo lugar.r” (P. José Gumilla, 1687-1750).
  3. Un territorio saludable: “La gente que nace en este pueblo tiene excelencia, sobre las demás de estas provincias, en ser todos, en común, hombres y mujeres de crecidos cuerpos. Críanse con mucha salud los niños... salen de buenos ingenios.” (Fray Pedro Simón, 1612)
  4. Un paisaje natural majestuoso: “Desde esta mesa se goza de la hermosa vista de la Sierra Nevada… Los picos de esta sierra, coronados de eterna nieve, las grandes masas de granito que salen de sus flancos cortadas perpendicularmente y la gigantesca mole que forma esta majestuosa sierra, le dan un aspecto imponente. Sus blancas cimas a veces cubiertas de nubes, a veces relucientes con los rayos del sol o envueltas en niebla que los hace aparecer y desaparecer en pocos instantes, todo concurre a dar a la sierra un carácter bello y sorprendente.” (Agustín Codazzi, 1841). “Pocas ciudades pueden compararse a Mérida por la hermosura del paisajehállase al borde de una meseta de origen lacustre, como colgada a 300 metros de altura sobre el espumoso lecho del Chama… de modo que la ciudad, sus arrabales, quintas y huertos parecen un jardín aéreo.” (Onésimo y Eliseo Reclus, 1837-1916 y 1830-1905).
      Estos testimonios sobre las condiciones paisajísticas y ambientales de la ciudad de Mérida, aún tienen vigencia y son respaldados por innumerables estudios.  La ciudad todavía conserva gran parte de este valor paisajístico, pero con fuertes señales de deterioro. La preservación de la ciudad y su territorio como un todo integral, es condición obligatoria para garantizar su recuperación, conservación  y consolidar su valor como espacio eco- turístico. En este sentido, es necesario mencionar, entre muchos, algunos trabajos orientados a la preservación de los recursos ambientales, de los cuales señalamos los siguientes:


1. Estudios orientados al conocimiento y  preservación de la cuenca del río Chama,  por ser ella el  territorio que sirve de asiento a la ciudad de Mérida. Una breve descripción, ha sido extraída del trabajo: ANALISIS  HIDROGRÁFICO E HIPSOMÉTRICO DE LA CUENCA ALTA Y MEDIA DEL RÍO CHAMA, ESTADO MÉRIDA, VENEZUELA.[1] Desde el punto de vista fisiográfico y geográfico, el río Chama y su afluente el Mocotíes, conforman la  gran columna vertebral de los Andes venezolanos.

Con una superficie de 3.785  Km. cuadrados, genera en su recorrido microclimas especiales y gran producción de fuentes agua que nacen en las sierras más altas y favorecen la existencia de diversos pisos climáticos con una gran multiplicidad de paisajes. El río Chama nace en la Sierra del Norte a 4.660 msnm, como quebrada Mifafí que al unirse con la quebrada El Águila, adquiere el nombre de Chama.

En su recorrido recibe aportes de agua provenientes de la Sierra de Santo Domingo, luego los de la Sierra Nevada con la quebrada Gavidia, cerca de la terraza de Mucuchíes; seguidamente, cerca de Tabay, la quebrada La Mucuy que recibe los deshielos de los glaciares del pico Humboldt. Más abajo la quebrada de Mucunutan, con los deshielos del pico Bolívar. A continuación, desemboca por la margen derecha el primer gran afluente, que es el Mucujún  y en ese punto, el Chama empieza a bordear la meseta de la ciudad de Mérida, hasta su encuentro con el río Albarregas el cual bordea el talud derecho de la  ciudad. Más adelante recibe al río de Nuestra Señora o río Negro y luego al río Las González. Sigue su curso para encontrase con la subcuenca del Mocotíes y más adelante en la ciudad de El Vigía inicia su recorrido por la gran llanura hasta desembocar al sur del Lago de Maracaibo.

Valle del Rio Chama

En el valle se encuentra una gran diversidad de terrazas aluviales que sirven de asiento a desarrollos agrícolas y urbanos. Las áreas de nevados le confieren un gran atractivo escénico y recreativo, que unidos a sus condiciones climáticas, le confieren un gran potencial turístico. Dentro de este contexto, la ciudad de Mérida ocupa una terraza aluvial ubicada en el tercio medio de la cuenca alta del río Chama, con piso térmico fresco. La altitud promedio es de 1479 msnm, y la temperatura oscila entre una mínima de 9,2 grados,  media de 18,9  grados y máxima de 31,6 centígrados. Justo, frente al Ámbito Central de la ciudad se encuentran las cumbres más elevadas de la cuenca del Chama, especificamente en la Sierra Nevada, la cual posee los únicos glaciares de Venezuela: el pico Bolívar (5010 msnm), el Espejo (4760 msnm), el Humboldt (4.940 msnm), el Bonpland (4.890 m.s.n.m.), la Concha o la Garza (4.890 msnm), El Toro (4730 msnm) y el León (4.720 msnm).

Según el trabajo LOS PICOS MÁS ALTOS DEL ESTADO MÉRIDA-VENEZUELA[2] la temporada de nevadas se producen generalmente a partir de los 4.200 msnm y comprende cinco  meses desde junio hasta octubre. La zona de mayores nevadas corresponde a las cumbres visibles desde la ciudad, lo que le confieren su gran atractivo escénico, agradable clima y gran producción de agua, pues estas cumbres reciben cerca de 5,5 millones de m3 de agua al año en forma de nieve en una superficie de 11,7 Km2., y cuyos deshielos alimentan al río Chama. El autor advierte que durante el siglo XX se pudo observar una importante disminución de los glaciares por causa de los cambios climáticos y el efecto invernadero.

Indudablemente, esta morfología geográfica es parte de la memoria de la ciudad y su región, y es uno de los rasgos más importantes de su identidad,  sintetizada en el  mito de Las Cinco Águilas Blancas, inmortalizado por el escritor merideño Don Tulio Febres Cordero. Reconocido el valor patrimonial de la cuenca del río Chama como productora de agua, como soporte de vida de la ciudad de Mérida y como asiento de una gran gran diversidad de paisajes, producto de la variación de altitud, pluviosidad, geoformas y de la intervención del hombre, es obligatorio, para garantizar su preservación,  tener presentes sus riesgos en las altas pendientes, las lluvias frecuentes y de alta intensidad,  su alta torrencialidad vulnerabilidad y amenazas por desbordes e inundaciones, la inestabilidad geológica, la alta sismicidad, el acentuado uso agrícola, pecuario, forestal y residencial, la contaminación producida por la anacrónica disposición de los desechos urbanos (sólidos y cloacales).

Estas condiciones han sido analizadas exhaustivamente y aunque se han formulado propuestas para reducir el riesgo, planificar con antelación las obras de protección ante las crecidas del rio y sus afluentes y definir acciones orientadas a  la protección y conservación de este recurso, todavía estamos en deuda con laciudad y su territorio para lograr una estrategia integral de protección

Merida y su Sierra Nevada

2. La preservación de la cuenca del rio Chama, y por ende a la preservación de la identidad de la ciudad de Mérida, va unida a la preservación  del Parque Nacional Sierra Nevada. En este sentido es bueno recordar la existencia del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional Sierra Nevada. Este parque nacional abarca una extensión de 276.446 has., ocupando un alto porcentaje del territorio del Estado Mérida. La protección de este parque mediante mecanismos de control del uso de sus recursos naturales es garantía de la vida de la ciudad, de su identidad, del carácter y comportamiento de su gente y muy especialmente de su monumentalidad y nobleza.

Una forma de contribuir a la preservación efectiva de esta identificación ambiental  sería limitando las alturas de las edificaciones de manera que el ciudadano pueda ver la belleza de las montañas, preservando así, la cualidad contemplativa del andino. También, la buena forma de la ciudad y la calidad estética de la arquitectura son factores claves en la preservación de las bellezas naturales.


3. El Proyecto Parque Metropolitano Albarregas. La cuenca del río Albarregas se extiende desde la Sierra de La Culata a lo largo de 31 kilómetros hasta la confluencia con el río Chama, ocupando una superficie de 14.253 Has.  Se dice que para 1907 la ciudad de Mérida contaba con un acueducto alimentado por el Albarregas; hasta principios de los últimos años cincuenta, la cuenca presentaba como una zona boscosa y paramera con algunas áreas de cultivo. Hacia mediados de esa década se construyeron los primeros asentamientos urbanos espontáneos sobre lás márgenes del río, adyacentes al centro tradicional de la ciudad de Mérida. Hoy se reconocen como los barrios Pueblo Nuevo y Simón Bolívar. En etapas posteriores, el crecimientos de barrios marginales continuó acentuándose, así como la construcción de conjuntos residenciales y equipamiento urbano.

Desde los últimos años sesenta, ha habido una permanente preocupación por el deterioro progresivo de la cuenca: invasión, contaminación, desforestación,  vulnerabilidad sísmica y exposición de gran cantidad de población a los riesgos de inundación. Estas han sido las motivaciones del surgimiento del Proyecto Parque Metropolitano Albarregas y un conjunto de decretos y normas que buscan el ordenamiento, saneamiento, aprovechamiento y uso de la cuenca.

La ciudad y el Parque Albarregas


El Parque Albarregas se define como un espacio de 612 Has., y 22 Km., de longitud que nace en el sector de La Hechicera en el Municipio Libertador en la ciudad de Mérida y la atraviesa longitudinalmente hasta la confluencia con el Chama en el Municipio Campo Elías. Se concibe como la creración de un espacio público de alta calidad medioambiental, funcional y estética, que permita preservar y rescatar los valores paisajísticos, ampliar el equipamiento recreacional y articular funcionalmente la ciudad en sentido transversal. Es un macroproyecto que se ha implementado tímida y parcialmente, y requiere de un gran esfuerzo y concertación de poderes institucionales, económicos y civiles para lograr su materialización. Una de las últimas propuestas, sumamente importante,  se ha orientado con el eslogan: Mérida: Ciudad Educativa-Ciudad Parque.

Así lo sostiene  la obra RÍOS Y MUNICIPIOS COMO PROYECTOS SOCIO-AMBIENTALES:

Como tema local prioritario, del proyecto “Mérida: Ciudad Educativa-Ciudad Parque”, se abordó la problemática del río Albarregas (su saneamiento y su proyecto de parque metropolitano), en su carácter socioambiental intermunicipal, para aprender y emprender programas por el rescate de la vida local, en una cruzada por el desarrollo sostenible en la conurbación Mérida-Ejido, el Albarregas y su cuenca. Como problema delimitado puede convertirse en programa piloto para estimular programas ambientales tanto en la región como en la misma área metropolitana. Como apoyo general al marco teórico conceptual, están los lineamientos del concepto de la Sociedad como Ciudad Educativa, cuya difusión se hace necesaria, para tender a multiplicar las iniciativas comunitarias, interinstitucionales, interdisciplinares y transdiciplinares, dirigidas a imbuirnos en un proceso articulado hacia la vida sostenible. Dentro de este contexto, el programa Albarregas se convierte así para Mérida, en un paso hacia el ideal de Ciudad Educativa-Ciudad Parque, un proyecto de futuro a comenzar ya con la Ciudad-Universidad presente... La propuesta, como alternativa para el desarrollo sostenible al nivel local, es perfectamente compatible con el ideal de Ciudad Ecológica.”[3]

Esta idea de Ciudad Educativa-Ciudad Parque,con el Parque Albarregas como su columna vertebral, puede convertirse en una propuesta rectora de preservación de la memoria ambiental y paisajística de la ciudad alcual deberían articularse una gran cantidad de proyectos y planes parciales orientados a la recuperación de los bordes o taludes de la terraza, la construcción de una red integral de espacios públicos conectada;  la modernización del sistema de las redes cloacales y las redes de aguas de lluvia que descargan en el río Albarregas, y la incorporación a definitiva de sistemas urbanos de tratamiento de aguas residuales.



Rio Mucujun

4.La subcuenca del rio Mucujun.Está ubicada en la parte central de la Coordillera de Mérida, al noroeste de la Ciudad de Mérida, entre los 1.800 y 4.400 m.s.n.m., con una superficie aproximada de 19.450 Has. Es la principal fuente de abastecimiento de agua potable de la ciudad de Mérida, amenazada fuertemente por el impacto de actividades humanas. Hay una serie de estudios y propuestas para aminorar el impacto de dichas actividades, garantizar el suministro y la calidad del agua potable, y concertar los intereses de los usuarios  en un marco de sostenibilidad.


5.El Proyecto de Manejo Integral de Residuos Sólidos. El rescate y preservación de la calidad ambiental y paisajísitica de los asentamientos urbanos, es una trabajo estéril si no va acompañada del manejo integral de los residuos sólidos. En este sentido se debe memorizar el trabajo que ha hecho la ciudad a través de sus gobiernos locales y regionales, la Universidad de Los Andes, etc., en el afan de implantar un sistema que permita la disminución  de la generación de residuos, la transformación de desechos recuperables dándoles un nuevo uso o reciclaje y la disposición final de los desechos. Los estudios y acciones que sobre el particular se han llevado a cabo en este complejo proceso (almacenamiento, recolección, transporte, transferencia, transformación, tratamiento y disposición final), apenas ha comenzado y  requiere de un trabajo permanente en el tiempo que permita  la profundización y actualización de los estudios y la generación de planes eficientes, factibles, viables tecnológicamente y socialmente aceptables y sustentables.



[1] Autor: Silva León, Gustavo. Revista Geográfica Venezolana. Vol 40. 1999
[2] Silva León, Gustavo. Revista Geográfica Venezolana. Vol 42. 2001
[3] Jugo Burguera, Luis. Mérida, 2005

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